Como actividad paralela a la exposición retrospectiva de Mona Hatoum y en colaboración con el festival ENSEMS, ofrecimos un taller a partir de la obra de la artista, planteando la necesidad de reflexionar sobre la percepción que tenemos de los objetos cotidianos y cómo estos cambian en función de la escala con la que se presenten.
Buscamos modificar la percepción acústica de lo cotidiano explorando lo que sucede cuando jugamos a amplificar lo diminuto, lo suave y lo leve. Con frecuencia, la escucha está supeditada a la tiranía de nuestra propia atención. No escuchamos lo que no nos interesa, y demostramos así una capacidad infinita de sordera selectiva.
En este taller nos propusimos reivindicar la existencia de sonidos ignorados, obviados o incluso despreciados por un oído demasiado dependiente del sentido de la vista.